Para hacer estas fotos utilizamos una lata de Cola Cao, emulando los principios de la fotografía. El negativo era tomado practicando un pequeño agujero en la lata que hacía las veces de objetivo, a la que previamente habíamos forrado con cartulina negra, colocando un papel fotográfico sensible en el extremo opuesto al orificio. Una vez tomada la foto la llevábamos al laboratorio donde era revelada, obteniéndose el negativo de la misma. Posteriormente por contacto obteníamos el positivo de la imagen. Esta es una muestra del proceso descrito.
martes, 11 de diciembre de 2007
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